Yo, soy una de ellas. Pero a diferencia de otros que solo se sientan a llorar y a lamentarse y a ver como "les llueve sobre mojado" yo no descanso hasta encontrar una razón o propósito.
Sufrí dos pérdias fuertes este año. Una como ya saben fue mi relación. La otra es reciente y aun me cuesta darle nombre y cara. Pero para lo que me sirvió fue para contrastar. Y como ven me tardo cada vez menos en asimilar de buena cara las cosas. Con lo de mi madre pasaron años para poder "hablarlo" abiertamente -escribir sobre ello-, con mi relación, meses. Y con esta ultima...horas.
Por un lado me encontraba triste y apesadumbrada por haber perdido mis planes, ilusiones y sentimientos que me generaron 6 años de una relación. Con las cosas que han pasado en los meses que siguieron a la ruptura y las acciones del sujeto: afirmar algo y después hacer todo lo contrario por ejemplo, me ha confirmado todo lo que alguna vez sufrí o dudé que estuviera pasando. Miente, engaña y las mujeres son su debilidad, no puede ni dejar de hablarle a una incluso siendo él el que se lo proponga, lo declare abiertamente y sin que nadie se lo exija. Tenía sospechas de que mentía y me era infiel, hoy en retrospectiva y con la cabeza y el corazón fríos ESTOY SEGURA QUE LO FUE. Pero esa es otra historia, el punto es que esta nueva pérdida, contrasta mucho la anterior.
Sirvió para valorar incluso un duelo. Uno no puede sufrir por alguien que no te valoró, que no te cuidó, que no te amó... igual que por alguien que sí lo hizo, de manera entera, incondicional con todo su ser hasta el último aliento. Alguien que te transmitió cuanto te quería y lo que significabas para él, incluso sin la capacidad humana de comunicarse con un lenguaje escrito o hablado. No se vale. No es justo sufrir por los dos de manera equitativa. Ahí es cuando te das cuenta que esta última pérdida no fue en vano, hasta su partida fue en aras de mi bienestar (sí, así quiero verlo yo aun que no lo sea) se fue para que no me sienta mal de haber pasado página. De haber dicho YA BASTA, de haberme dado mi lugar incluso en contra de mi propia voluntad, incluso cuando yo misma me desgarraba una parte de mí. Con su partida me doy cuenta que tipo de ser me hace mas falta en la vida, que partida representa realmente una perdida y cual una ganancia.
Yo tuve que perder a este último ser para terminar de convencerme que hice lo correcto, y todas esas veces que he querido "arrepentirme" son disipadas no sólo por las acciones del ex, si no con esta última perdida también.
Ustedes no se esperen a perder a alguien que valga la pena para darse cuenta que quizá le estan dedicando o que le dedicaron mucho tiempo en alguien que no tiene sentido ya hacerlo en cambio volteen a su alrededor y hagan un ejercicio HOY como están con todas las personas que les rodean y piensen: "¿qué pasaría si mañana esta persona se muere?, desaparece? ¿Qué extrañaría? ¿Qué me haría falta en mi vida?" que les da esa persona que mañana si se va, les haría falta, extrañarían. Es un buen ejercicio, hay q valorar a los q nos rodean y darles su lugar para que el día que los perdamos no suframos y hasta entonces nos demos cuenta de lo que nos daban esas personas y debimos valorar.
